En toda tragicomedia hay un bueno y un malo, y en toda escena musical hay diferentes artistas que cumplen una función. No puedes gustar a todo el mundo, pero puedes hacer que se hable de ti; en el caso de BB Trickz parece que busca más que se hable de ella que de su música en general.
El público se divide entre venerarla o rechazarla a toda costa, pero ¿y si cumple una función mucho mas grande? En una sociedad de jovenes cansados y llenos de ansiedad no siempre tienes la cabeza para poder escuchar una música super reflexiva y trascendental, a veces necesitas escuchar algo pegadizo que te amenice el camino al trabajo. La música de esta artista no se valora por su calidad musical, la cual muchos ponen por los suelos a la que pueden, sino por la función social que cumple. Ofrece una alternativa para esos momentos donde solo quieres pasar un rato divertido o simplemente desconectar; melodías pegadizas, letras sencillas y una actitud de niñata que le sube el ego y la actitud a cualquiera.

Pero como la música no es lo único que configura una carrera musical, en este caso el personaje tiene más presencia que su producción artística. Cada vez que el nombre de BB Tickz vuelve a ser tendencia suele ser por algún acto polémico que ha hecho y con el que consigue ponerse en boca de todos. Esto ha llegado tan lejos que, cada vez que hace algo, la opinión general es que es una estrategia de marketing porque va a sacar alguna canción. Pero en este punto, ¿por qué la gente sigue esperando algo musicalmente grandioso de ella? El personaje se ha comido a la artista y como oyentes hay que dejar de exigir ciertas cosas a los cantantes.
Hemos interiorizado tanto que la música que escuchamos es parte de nuestra identidad que a veces nos creemos con la potestad de exigir a los artistas que hagan lo que proyectamos en ellos. Ya no solo hablando de BB Trickz, hablo de hace unos meses cuando se le exigía a Rosalía que se posicionase políticamente. Ponemos a los artistas en una posición oscilante entre elegir si nos gusta su música y si nos representa su figura. La exposición de los artistas en redes ha generado una sensación de cercanía tan grande con ellos que ya no solo “hacemos nuestra su música”, sino que sentimos la necesidad de que su figura nos represente.
La contradicción en esto es que suele caer en el olvido el hecho de que los artistas están donde están porque el público les da voz, y esto BB Trickz lo sabe. Seamos sinceras, la música de esta artista se sostiene por el personaje que hay detrás: sin la actitud, la estética y las polémicas sus canciones no hubiesen salido de Soundcloud.

La importancia de esto es que muy pocas veces se ve una mala crítica al proyecto musical de un artista. La divulgación/periodismo/contenido musical ha ganado mucha presencia últimamente, y como esta parece un poco “al servicio” de los artistas o de sus equipos, dando a veces algo de miedo hacer una mala crítica. Es aquí donde entra la figura de BB Trickz, un personaje al que no perjudica hacer una mala crítica porque es algo generalizado, ya sea por sus acciones o por su música, pero es el prototipo perfecto para dar una opinión sincera sobre ella.
No voy a ser abogada del diablo pero, ¿realmente es tan malo lo que hace? A ver, sus letras no quedan tan lejos de las de algunos cantantes que se ponen un beat bombo-caja y hacen música for fun. Me refiero a esos artistas que salen al escenario, no cantan ni media canción y su proyecto artístico carece de trasfondo. ¿Realmente la música de Bb Trickz es tan mala o es solo que es una chavala jugando a ser una niñata? Como si tu rapero favorito no hubiera tenido beef con otro artista o sus letras fuesen super profundas y reflexivas…
No defiendo que la figura de esta artista se base en buscar la polémica y que hablen de ella aunque sea para mal, solo digo que si lo que ha hecho Belize lo hiciese un hombre con pantalones anchos y una camiseta de futbol igual la opinión general sería diferente. Vamos, que la Gallery del Grecas no es mucho mejor que la de ella. De hecho, vayamos un poco más allá, es el mismo discurso de siempre: cuando una artista se sale de lo normativo y genera un poco de controversia siempre se hace mucho más eco y se queda más marcado en su carrera que si lo hiciese el artista alternativo y diferente de turno.
Para nada las actitudes de Belize son las mejores, pero hay cierto nihilismo vacilón en su figura, ¿no? Ya que la van a criticar por algo al menos que sea por algo que ella ha generado y controlado. Lo mejor es que por mucho que se hable mal de ella sus canciones siguen acumulando millones de reproducciones, y la promo se la hacen gratis los indignados de TikTok mientras ella está tan tranquila con la vida hecha. He empezado escribiendo todo esto siendo bastante consciente de todo lo que genera Bb Trickz, aunque reconozco que a estas alturas puedo verle la gracia a lo que hace, total, más de uno también empezó escuchando a Disobey de forma irónica y mira ahora…

