Unos días después de que viésemos videos de un Palau Sant Jordi casi vacío, Saiko rompió todas predicciones hechas en base a esas imágenes, consiguiendo que las únicas localidades vacías en el Movistar Arena fuesen las más alejadas del escenario.
Los conciertos de reguetón no suelen ir de la mano con unas expectativas altas en cuanto a una puesta en escena que sobrepase el mínimo, de hecho, no es raro salir de un show en el que el artista se lleva la enhorabuena por cantar más de la mitad del espectáculo. Además, después de haber estado retirado de la exposición mediática y los escenarios, estos conciertos representaban un aprueba de fuego al nuevo artista en el que Saiko intenta convertirse.
Comienza el show
Las nueve menos diez marcó el momento de suerte de los que tenían el sitio más cercano al escenario, cuando varios “saikoworkers” salieron con cajas para lanzar bufandas al público. Minutos después las pantallas, una a cada lado del escenario, mostraban caras de ilusión que poco a poco se fueron disimulando por el humo que preparaba la salida del cantante. El escenario era mucho más que una tarima de suelo negro, literalmente representaba la portada del último disco del artista, con todo un chiringuito montado para acoger la narrativa del concierto.

Los primeros en dar la cara en el escenario fueron cuatro músicos: un saxofón, un trompeta, un guitarra y un batería. Los instrumentistas acompañaron al cantante durante el concierto e incluso hicieron alguna versión adaptada al directo que proponían. Al igual que el disco, SI QUIERO abrió el espectáculo llevándose la primera gran ovación de la noche, anticipando lo que sería un concierto muy especial.
Saiko hizo un gran esfuerzo por transmitir toda la emoción que sentía por dar este show en el recinto, hablando en varias ocasiones acerca de lo mucho que valoraba la presencia del público, así como de su intención por hacer que aquellas dos horas de concierto fuese algo que se quedase marcado en la historia de sus oyentes.
La magia de no estar solo frente al micrófono
Definitivamente este chico entiende la función del directo, cantó una lista de temas cuya finalidad era buscar más y más movimiento, fiesta y gritos. Entre REINA, SAN JUAN, WEKEWEKE, LOKNECESITAS, y los remix de LAS BRATZ y X’CLUSIVO la grada temblaba y la pista parecía tu discoteca de confianza de cada viernes. Aunque también pudimos escuchar gran parte del disco con sus respectivas invitadas, como TUSACAI con Ángeles Toledano o MARIPOSAS con Leire Martinez, y siendo sinceras lo último que imaginábamos era ver a Leire subida en el tejado de la caseta cantando junto a Saiko.

Pero estas no fueron todas las sorpresas, ya que a parte de aparecer Raúl Clyde para cantar tuenti remix, aparecieron Kidd Voodoo y Yapi, quienes no solo cantaron su respectiva colaboración con el granadino, sino que este les dejó el show para que interpretasen una canción propia cada uno, algo que no se suele ver en un concierto. Aunque algo que si que no esperábamos fue el breve interludio musical que desarrollaron los instrumentistas, quienes hicieron un remix en directo de NUEVAYoL, Ella Me Levantó y Conga.
Con todo el atrezzo que daba vida al escenario era difícil quitarle ojo a la caseta, donde los bailarines y bailarinas recreaban escenas teatrales mientras las intercalaban con coreografías. Entre el decorado y cómo se movían los bailarines por este en más de una ocasión parecía un videoclip más que un concierto, llenaron el escenario de vida y se defendieron como una parte indispensable del espectáculo.
Lo mejor siempre para el final
Según se acercaba el final del concierto fueron apareciendo las canciones más icónicas de la carrera del cantante. Como dijo él mismo, cantó su favorita, COSAS QUE NO TE DIJE, y una de las que le cambió la vida, POLARIS REMIX. En los visuales de fondo vimos el atardecer en el inicio del concierto, haciéndose de noche según interpretaba las canciones, pero llegando al final del concierto el amanecer anunciaba la SUPERNOVA que llevaría la cordura vocal de los asistentes al climax, terminando el evento entre gritos y saltos. Como remate, el adelanto de una nueva canción llamada DIOS LOS BENDIGA junto a Tito el Bambino, y que formará parte de su próximo trabajo titulado LOS ÁNGELITOS, dio paso al encendido de luces y con esto el final definitivo de la noche.

Polémica post-concierto
Los días posteriores al concierto salió a la luz el testimonio de un coreógrafo que había trabajado con Saiko anteriormente, alegando que su renuncia al puesto se debía a comentarios homófobos de parte del equipo y del propio artista. Ante estas acusaciones el cantante subió un video explicando la situación desde su perspectiva. Ambos videos se encuentran todavía en sus perfiles de redes sociales, tanto en el del coreógrafo Alber Montero como en el de Saiko. El músico asegura que él no ha tenido una actitud homófoba hacia ningún bailarín, que ha sido gente de su equipo y que ya se ha tratado el tema internamente tomando las medidas necesarias para no perpetuar ese tipo de conductas.
Ahora bien, recordemos que hace unos meses, cuando Saiko fue a hacer su listening party en una discoteca de Madrid, también generó polémica por la medida de que las mujeres entraban gratis, a lo que defendió que aquella decisión era ajena a él y propia de la sala. Al parecer –y según él mismo plantea– todas las decisiones y conductas cuestionables son ajenas y siempre de alguien de su equipo. ¿Realmente no se involucra en estas cosas y es cuestión de su equipo, o es una forma de blanquear su imagen y que sus fans le sigan defendiendo a capa y espada?

