Rizha sobre «God Loves Latinas»: “Para el disco quiero sentirme como mi mamá”

Argentina es una cuna de talentos en la música, aunque algunos de ellos a veces desarrollen ese talento lejos de su país. Este es el caso de Rizha, quien comenzó haciendo música en inglés porque le daba vergüenza que su familia la entendiera y siendo todavía adolescente se mudó a Madrid. Poco a poco ha ido transicionando al español, y en su último disco titulado God Loves Latinas tenemos ese resultado. Con una mezcla de sonidos entre el witch house y el reggaeton o el RKT, Rizha sigue experimentando en un sonido propio y hoy nos ha respondido unas preguntas sobre este nuevo proyecto.

Para empezar con estos días tan movidos, ¿cómo estás llevando el estreno del álbum? 

Muy bien, muy contenta la verdad. Justo me coincide lo de God Loves Latinas con irme a Argentina a ver a mi madre por fin, ya que llevaba desde 2020 sin ir. Entonces como que es todo perfecto. 

El sonido y la producción

¿Cómo se te ocurrió mezclar witch house con Reggaeton? ¿En qué momento decides probarlo?

Yo produzco todo desde que soy muy chica. Desde los trece o así empecé a producir y toda mi discografía y casi el 99% (a no ser que sean feats o así) es mío. Entonces nada, estaba probando a hacer cosas del estilo porque me gusta mucho el witch house y me gusta mucho el reggaeton y literalmente fue como: “¿qué pasa si le meto un loop de reggaeton a esto?”. Me gustan estas dos cosas y vi que funcionaba y no solo eso, sino que me siento cómoda cantando encima de esto. Porque he hecho un montón de cosas que funcionan pero no encajo haciéndolo. Intenté hacer reggaeton muchas veces, pero como era reggaeton al uso me chocaba un poco en mi vocal y aquí se casaban los dos mundos de buena manera. 

Compañía y soledad

Tú compones, cantas, produces… Haces todo en la mayoría de las canciones. ¿Te sientes más cómoda haciéndolo así?

Sí, o sea, sí que trabajo con chicos. Tengo muchos temas que he empezado y no he sacado aún con Rocket (@rocket.flp), con Talla (@tallaww) o con un montón de pibes. Siempre he sido de hacer solamente yo lo mío, pero ahora sí que me gusta más colaborar con gente. Ahora estoy currando con más gente, primero porque es más divertido y segundo porque me saca trabajo. Si depende todo de mí, por tiempos y tal no puedo hacerlo en muchas ocasiones. Hay un mexicano (@iknosaen) que he conocido hace poco que hace unos beats que flipas, es una locura.

Cuando tienes alguna idea o terminas una canción, ¿quién es la primera persona a la que le pides consejo o le enseñas lo que has hecho? 

A Elena (@copkkiller, “L” en Spotify), es mi mejor amiga y también produce. Es mi artista favorita de España. Todavía no ha sacado su disco; lo saca al comienzo del año que viene. También tenemos una banda juntas con la que vamos a sacar cosas el año que viene. Le paso mucho lo que hago a amigos que o escuchan mucha música o hacen música, pero siempre me termino fiando más de la gente que no tiene nada que ver con este mundo. Porque al final es la peña que simplemente te dice si le suena bien o no. Por ejemplo, todos los temas de RKT de este disco los fui toqueteando con mi hermano porque es como súper turro y me decía que estaba mezclando boludeces o me decía qué quitar.

Teniendo en cuenta que normalmente trabajas sola, ¿entonces la colaboración con Tawa cómo surge?

Es que a mí me cuesta mucho trabajar con otra gente (que es un detrimento para mí y para mi carrera). Tawa es Jesucristo en la tierra, literalmente. Esa piba es súper dura, tiene unas ideas buenísimas, es súper rápida… Nos conocíamos ya de muchas fiestas y cuando fui a Barcelona le dije de quedar. Nos enseñamos música, le conté que la base del disco que era mezclar mi nostalgia de Argentina con cosas de la adolescencia y me dijo de hacer lo mismo pero mezclado con la nostalgia de España (como La Mafia del Amor). Entonces nuestro tema tiene un montón de referencias desde Yung Beef hasta Daddy Yankee

El concepto del disco

¿Qué quieres transmitir con este proyecto? ¿Qué quieres que sienta la gente que escucha el disco? 

Yo quiero que sientan que tienen el pito o el coño más grande de la sala, literalmente (risas). Ahora en serio, yo tengo muy idealizada a mi mamá de toda mi vida, es una chica hermosa y lleva siendo guapa toda su puta vida. Tiene una presencia, un carisma y una forma de moverse por las habitaciones que es demencial. Yo no llevo en mi vida diaria ese flow, pero para el disco quiero sentirme como mi mamá. Eso es lo que quiero que sienta quien lo escuche.

Tanto el nombre como la portada del disco, ¿de dónde salen?

El nombre tardé un montón en que se me ocurriese. O sea, venía haciendo el disco hacía meses y no se me ocurría el nombre, uno que cuadrase la estética y todo. Yo decía todo el rato: “tiene que ser algo de Dios y latinas”, pero nunca se me ocurría algo. Entonces vi una pegatina de una piba bajándose las bragas y dije: “Qué guapo esto”. Al poco me acordé de unas bragas que ponía “I love latinas” y se me ocurrió juntarlo. La vibra del disco es literalmente esa, latineo y divinidad. Yo analizaba el concepto de que los reggaetoneros siempre tienen unas letras diciendo locuras y luego agradecen a Dios y le escuchan, etc. Entonces era como ese concepto, pero en versión mujer.

Volviendo al pasado

Parece que en tu carrera el inglés ya se ha quedado atrás porque tus últimos proyectos son mayoritariamente en español, ¿esto es definitivo?

Hay todo el rato como un popurrí, o sea, lo estoy mezclando según como me cuadran. Por más que hablo mucho español, no es lo mismo hablar que componer, y al final llevo componiendo en inglés desde que era pequeña. Hay melodías o cosas que me pintó cantarlo en inglés y tiene más sentido para mí en inglés y ya. Yo he hablado mucho inglés porque es lo que hablan mis amigos, y se dio así casualmente. Seguramente en algún momento vuelva 100% porque salto constantemente de uno a otro. Empecé a componer en español en LLORANDO A 160BPM y en ANGELES-₳ me eché para atrás, hay bastante más inglés que en el disco. Ya para este me lancé a hacerlo todo en español, aunque sigue habiendo partes en inglés. Por ejemplo, en el tema de SWAG el trozo en inglés son unas vocales que tenía de una canción del 2018, y vi que cuadraba bien. 

De tus dos discos en español, ¿cuál crees que es el que te ha llevado más tiempo o trabajo? 

Son dos conceptos diferentes porque hay muchas cosas. Por ejemplo en el último disco, el tema de de rerum natura lo hice en un día. Mucha parte del proyecto no es tanto proyecto en sí sino que es arrancar, entender la idea, procesarla mejor, acostumbrarse a producir ese estilo de música, descubrir qué sonidos me gustan más, qué estilo de vocal, qué tipo de letras… Y llega un punto en el que ya tengo tanta práctica que puedo hacer un tema así ese mismo día. Ese tema entra al disco porque encaja perfecto, pero todos los otros han tenido todo el proceso de entender. Pero sí que es verdad que God Loves Latinas ha tenido mucho más tiempo del proceso de entender y menos tiempo de hacer como tal. Y el otro como era un género que ya había tocado muchas veces, se tiró mucho más tiempo de hacer, grabar, volver a grabar, cambiar esta producción…

Ya has recorrido muchísimos géneros hasta ahora, ¿cuál crees que es en el que te sientes más cómoda?

Creo que me siento cómoda en literalmente cualquier tema que tenga un Reese Bass, o sea, mientras suene un bajo me da igual. Con un Reese Bass que suene a Lil Peep, el resto me la pela. Todavía me cuesta meterme en temas que tengan 808. Me encantan y los usaré, pero nunca me tiré del todo ahí. Entonces yo creo que en cualquier ritmo, si lo adapto a mi rollo, podría hacerlo. No te digo nunca porque no se sabe, pero se me haría muy difícil ahora mismo hacer un tema flow Disney en Do mayor o cosas así porque chocaría con mi vocal. Pero eso, este disco por ejemplo es mucho más feliz y buena onda que el resto, que estaba más deprimida y así. Esas cosas se van reflejando en lo que haces o expresas.

¿Qué influencias musicales has tenido por tus raíces?

La única constante en mi vida fue internet. Esa fue la cultura que yo mantuve, y ya desde chiquita consumía todas las cosas de Estados Unidos. Con la gente que me he juntado y sigo trabajando a día de hoy coincidió el boom del hyperpop y las fiestas de subculture que hacían en Zoom (en la época de la pandemia) con todos los productores de aquí y también de Londres. Cuando volvieron a ser en persona toqué en subculture en Los Ángeles en 2022, y ahora volví a tocar de nuevo. Es verdad que estoy como todo el rato en una burbuja extraña, dando un poco por todos lados por las influencias de Argentina, España, el inglés, etc. Pero sí, la más estable fue internet. 

Explorando más en tu sonido, dime tres referentes que te hayan marcado en la música y tres que ahora mismo estés escuchando mucho.

Ahora mismo estoy super obsesionada con Cardi B. Me cae muy bien ella y la “promo” que está haciendo me encanta. Su último disco entero me gusta un montón y eso me ha hecho revisitar todo lo antiguo suyo. Otro que estoy escuchando mucho —y que es gracioso, porque a mis amigos de España les afectó ya en su momento y lo tienen como referente, pero yo lo he descubierto hace relativamente poco (hará dos años o así)— es Yung Beef. Me ha pegado un montón y por consecuente también toda la gente de alrededor suyo o de ese estilo. A La Zowi, por ejemplo, la escucho un montón. Sobre gente que me ha influenciado cuando era más chica, te diría que Kid Cudi muchísimo. Todos los sonidos míos salen de él, tengo hasta un tatuaje enorme de un tema suyo. Últimamente he redescubierto (porque ya los conocía lógicamente, sobre todo de pequeña) a Wisin y Yandel (risas). ¿Cómo van tan duros? Las producciones en sus discos no tienen sentido. Lo de antes ya me había influenciado y ahora es como que lo están haciendo de nuevo. Lo mismo con Daddy Yankee, que oyéndolo ahora con el oído que tengo de producción y no con el que tenía a los ocho años, me doy cuenta de la barbaridad que es. También estoy muy metida con todos los chavales así de mi generación como 8Belial, Metrika… Digo estos porque son de los que me acuerdo ahora, pero todos en general. Me gusta un montón Judeline, Azuleja… Literalmente es que escucho de todo.

Visión de futuro

¿Ahora cuál es el siguiente paso? Entiendo que disfrutar, celebrar, y hacer la gira.

Sí, de hecho ahora ya estoy con la gira. Hice la presentación en Madrid y tengo ya otras fechas y salas más. Esto no lo dije en ningún lado pero bueno, en Argentina creo que voy a tocar también ahora. Igualmente, todo muy “tranqui”, muy de a poco, con conciencia. No tirándonos a hacer cosas que no podemos abarcar ahora mismo, con cabeza. Sobre todo ahora estoy más interesada en sitios donde haya gente que no me conozca, festivales y cosas así. 

En cuanto a música, ¿tienes idea de qué puede tratar lo siguiente? 

En el disco hay muchos temas que no metí porque no encajaban de vibras y otros sí que me pegaban pero no me daba tiempo a terminarlos. Entonces puse los mejores y seguramente en los próximos meses saque muchos singles del mismo palo, mientras planifico qué hacer con lo siguiente. Pero no, en mi disco no, no lo tengo claro todavía. Sí que lo sé en Zaza Rosa, que es el trabajo que estoy preparando con Elena para nuestra banda juntas. Hay otras cosas que no son música, que no sé si lo puedo decir, pero van a salir “proyectos de índole audiovisual de larga duración”. Es una cosa que va a acompañar tanto este disco que haré como el proyecto con ella (Elena). 

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