El dominicano habló con SoundCoast antes de su primer concierto propio en Madrid y se sinceró sobre muchos temas
En cualquier industria hay que ser muy rápido, y la musical no es una excepción. Se trata de una lucha constante, de sorpresas y de traiciones. Y eso Omay lo sabe mejor que nadie. Después de muchos años haciendo música, sigue labrando su propio camino y cada vez está logrando una notoriedad mayor en la escena española.
Unas horas antes de su show en la Sala Uni de Madrid, pudimos hablar con él para saber cómo se estaba sintiendo en este momento de su trayectoria y cómo estaba llevando los nervios antes de un espectáculo tan importante. Omay (anteriormente OMGisNeff) nos confesó el motivo por el que se cambió el nombre; pero también salieron temas como su insatisfacción con pasos que ha tomado este año en su carrera o su disconformidad con algunos artistas de la industria.
¿Qué tal estás? ¿Cómo llevas los nervios antes del concierto?
Pues estoy de puta madre, con muchas ganas de romperla, la verdad. Tengo muchísimas ganas para demostrarme a mí mismo que sí que se puede, independientemente de la cantidad de personas que vengan hoy.
Siguiendo con el tema de los nervios. Hace un año explicabas quién era OMGisNeff con el EP QCEO pero ya ese nombre ha desaparecido, ¿cómo fue ese cambio? ¿Tenías miedo por cómo lo iba a recibir el público?
Creo que fue una buena decisión en cuanto a lo comercial. Pero sentimentalmente, yo no quería hacerlo. Era un nombre con el que empecé en Vine y no me lo quería quitar, a mí me gustaba. Lo que pasa es que no fui rápido. Cuando iba a empezar a hacer la cosa seria con Rober (mánager), íbamos a crear una web y todo eso. Entonces, justo nos llegó un correo de un chaval que ponía: “Hola OMGisNeff, espero que este correo no te incomode. Soy el dueño de OMGisNeff.com” y no se qué, “Estoy abierto a escuchar ofertas”. Ese chaval registró el nombre, fue más rápido que yo y ahora quería dinero por dármelo.
¿Eso hace cuánto pasó?
Eso pasó a principios de año, el cambio de nombre fue después de X Si Todavía No Lo Sabes por eso mismo. ¿Sabes qué pasa? Que el nombre ya era difícil, siempre la gente se equivocaba al decirlo. Por eso hice el EP preguntando “Quién coño es OMGIsNeff”, para enseñarle a la gente cómo se pronunciaba. Y justo, boom.
¿Y cómo crees que lo ha recibido al público?
Creo que bien. Todavía no saben esta historia y yo estaba loco por decírselo. Quería contarlo porque la gente a lo mejor pensará: “Ah, se dejó llevar por la presión, no aguantó… Hizo un cambio comercial”. Y claro, evidentemente ahora mismo es más sencillo. Si esa persona piensa que me hizo un daño, creo que en realidad me hizo un favor. Porque este nombre se recuerda más al ser más corto y porque yo, como soy una persona que no me quedo quieto, lo he usado como marketing.
Teniendo en cuenta los ritmos que has probado este año, ¿hacia dónde crees que está yendo tu sonido?
Yo todavía me estoy encontrando. Y si te soy sincero, de las canciones que han salido este año tan solo dos o tres realmente me identifican con el sonido que viene en 2026. Pero ese sonido va a ser totalmente diferente, yo creo que te va a gustar.
Ahora que nombras el 2026, ¿estás preparando otro EP para el año que viene o crees que ya va a llegar el álbum?
Todo el mundo me dice álbum, bro. Y yo creo que voy a hacer el álbum cuando me sienta realmente preparado. Ahora mismo no creo que sea el momento de soltar un álbum. O a lo mejor sí, me da la loquera y de repente lo hago de sorpresa.
Y a la hora de componer las canciones, ¿sientes presión por el panorama, tu audiencia o tu alrededor a la hora de elegir qué ritmos o letras hacer?
Ninguno. A lo mejor este año sí que he pecado de dejarme llevar por lo que se estaba haciendo, que era afro y toda la vuelta, cuando yo nunca fui así. Nunca me dejé llevar por lo que estaba sonando. Vino la ola del trap y yo seguía haciendo reggaeton. Vino la ola del drill o de no sé qué, y yo seguía haciendo reggaeton. Pero este año me dejé llevar y no me gustó tanto. No me ha gustado tanto porque realmente no hago eso.
¿No estás tan satisfecho, tal vez?
Podría decirlo así. No porque sea malo ni porque no lo haya hecho queriendo, sino porque a lo mejor no lo hubiese hecho de esa manera.
Pero también te honra decir eso. Podrías decir que todo lo que haces es siempre lo mejor.
No, no, siento que me he equivocado, porque no he seguido del todo mi instinto, me dejé llevar por otras opiniones. Pero bueno, eso también es parte del crecimiento. Y creo que a cualquier nuevo talento que pueda leer esto le puede servir. Si no lo estás sintiendo al 100%, no lo hagas. Porque al final el que lo va a cantar, a promocionar y a presentar como parte de su proyecto eres tú.
Tal vez ahí entra la dualidad entre si hacer lo que vende más o lo que tú quieres hacer.
Bro, lo que vende más es lo que tú haces de corazón, créeme. Kuiki yo la hice de corazón, y es la que más números tiene de este año. Y es la única que yo saqué queriendo realmente que saliera. Porque quería hacerlo… y eso es lo que viene en 2026.
¿Alguna colaboración con alguien que ya estés hablando? No porque necesariamente vaya a salir, pero tal vez alguien con quien te hayas juntado últimamente.
Este año me ha ayudado a conocer cómo funciona la industria aquí y cómo me tengo que comportar con ella, porque me he metido en el estudio con muchísima gente y he sentido que me han hecho perder el tiempo. Porque yo soy una persona muy clara. Me he podido meter en el estudio y decir: “Estamos grabando esto, pero vamos a hacerlo sin la presión de cuándo va a salir”. No me ilusiones para luego, cuando yo te diga que quiero sacarlo, decirme que no. Me he metido al estudio con bastantes personas, muchos de los que ya están sonando.
¿Y tienes alguna colaboración soñada? Alguien más o menos realista.
A mí es que no me gusta ser tan realista, me gusta soñar. En dos años me gustaría tener una canción con Bad Bunny. Yo creo que para llegarle a Bad Bunny y que él pueda conectar con lo tuyo hay que ser auténtico, y hay que seguir metiéndole. Y si no es en dos años, pues en lo que venga. Pero yo creo que en ese tiempo puedo conseguir eso y muchas cosas más.
Y tu sueño ahora mismo, ¿cuál crees que sería?
Encontrarme a mí mismo, puede ser. Tener mi carrera controlada y llegar a encontrarme del todo. Que pueda decir: “Este soy yo y esto es lo que quiero vender”, sin influenciarme por nadie. Encontrar mi sonido perfecto y que la gente que lo escuche diga, “Ese es Omay”. Por lo menos, en la imagen ya lo estoy consiguiendo con el sombrero. También sueño con que en España haya unión ya. Que hagamos una escena junta, que pasen cosas aquí y formar parte de ello. Y a lo mejor, ser una de las cabezas que haga que eso pase.
¿De pequeño ya querías ser cantante?
A los nueve años hice mi primera canción, en verdad. Había dos grupos de raperos en el barrio donde yo vivía, en República Dominicana. Uno de los grupos, para demostrarle al otro que eran mejores, dijeron: “Hasta un niño de nueve años te puede partir” (risas). Me escribieron mi parte del tema y me llevaron a un estudio a grabar.
¿Y no tienes esa canción?
Me encantaría tenerla, la tenía guardada en una PSP y ya no la tengo. Me habría encantado tenerla porque era mi voz intentando rapear… habría sido legendario. Podría decirte que era mi sueño desde pequeño, pero cuando se lo conté a mi papá me dijo que era algo muy difícil, que es una mentira y que cuesta un montón de dinero. Se me quitó ese sueño hasta que llegué a España.
Me has dicho que hay temas tuyos con los que no te identificas tanto, ¿qué canción tuya crees que te representa más?
Kuiki, Donde Vayas, Ya Entendí y Mi Beibi. Esas cuatro. Pero te explico por qué. Estaba teniendo demasiados estímulos, estaba en un punto diferente de mi carrera. Había pasado por cosas personales que me hicieron dudar de mí, y empecé a solicitar ayuda a compositores. Que eso no es malo, siempre y cuando tengas muy claro lo que vayas a hacer. Porque cuando entra un compositor en tu carrera y tú le dejas rienda suelta, él va a hablar por ti. Los compositores sirven para complementar y ayudarte a llegar a esa visión que tú quieres. Que si me traen una vaina increíble y a mí me gusta y lo puedo conectar con mi discurso o me representa, lo cojo. Pero antes ni siquiera pensaba en eso.
Imaginando un poco, ¿cómo te ves de aquí a dentro de cinco años?
Éxitosísimo, bro. Y no te hablo de una fama súper loca, pero ya me veo llenando mi meta de ser yo y para mí eso es lograrlo. Tener mi público que entienda a Omay y poder tener ese presupuesto para llevar mis ideas al máximo, porque en verdad tengo un montón de ideas loquísimas.
Antes te había preguntado por gente con quien hayas estado en el estudio, pero ahora quiero saber quién crees que es una de las mayores promesas del panorama, hayas estado o no con esa persona. Alguien con quien conectas o que crees que tiene mayor proyección.
Te digo varios. Alexxo (@alexxo.baby) es un venezolano al que ojalá Dios lo ayude para que su historia se pueda dar a conocer porque es muy loca. Me encantaría que se pegue porque tiene un talentazo. Anmi (@anmibby) es increíble, todavía no se ha visto ni el 10% de lo que puede dar. Deva (@divadeva) es durísima, es muy buena. Eso es gente con la que he compartido en el estudio y creo que lo pueden hacer. Toro (@torohwd) también es de Madrid y cuando escuchen lo nuevo que va a sacar va a ser brutal.
Y de los que se han pegado, sin importar fama ni dinero, te diría que la persona que mejor me ha tratado ha sido Quevedo. Todos los que critican a Quevedo se pueden tragar la lengua y metérsela por el culo porque es una de las mejores personas que he conocido como artista. Hay gente con menos talento, fama y dinero que él que me han tratado peor. Y bueno, todos los de la isla me han tratado bien: Lucho Rk, La Pantera, Juseph… Juseph es con el que más relación tengo y con todos he estado en el estudio. Y para que no se confunda, ellos no son ninguno de los que te he dicho antes sobre haber compartido en el estudio.
Tienes ahora esta fecha en Madrid pero supongo que también tienes en mente visitar otros lugares, tanto dentro como fuera de España.
Me encantaría, como meta fija, ir a México. Estoy loco por hacer un concierto allí. Un fan mío ha venido desde México solo para este concierto, y eso es una puta locura. Siendo un artista pequeño, eso es una locura. En el momento en el que vea a ese pana se va a quedar conmigo hasta mañana, me lo voy a llevar a todos lados (risas). En España me gustaría visitar varias ciudades, pero todavía hay que hacer estudios para ver de dónde me siguen más. Me piden mucho Bilbao, Alicante, Sevilla, Valencia, Barcelona…
Y ya por último, ¿de dónde salió el sombrero vaquero como objeto que te representa?
Si te soy sincero, fue algo que llegó de repente. Lo vi en el tocador de mi novia, me lo puse, me quedó bacano y dije: “Perfecto, con esto voy a representar a Omay” (risas). Fue como si el sombrero se iluminó y cuando me lo puse me llegó toda esa luz. Intenté identificar mi personaje con varios peinados, pero los peinados son muy difíciles de mantener, y el sombrero me cayó del cielo. El Omay de hace ocho meses te hubiese contado otra película diciendo que me representa porque mi abuelo era un indio de Texas… (risas). No, bro. Lo vi en el tocador de mi novia, me gustó y ya.
