Su meteórica y brillante ascensión en el panorama de la música urbana nacional
Nos remontamos a enero de 2024: mvrk sale con su LP debut, La fe que me tengas, junto al productor Sneaky wh, un proyecto que tal y como su nombre indica nos prometía un desarrollo, un paso hacia delante; en definitiva, una declaración de intenciones.
En Tranqui mamá (intro del álbum) Marcos exponía como él, su equipo y su propia madre quedaban atónitos con el vertiginoso despegue de su carrera en tan solo seis meses. A ver quién le explica ahora a su madre que sus números se han multiplicado de manera estratosférica en apenas un año.
Desde la salida de su segundo EP Pitcheando en junio de 2024, mvrk ha colaborado en poco más de medio año con múltiples artistas de renombre como Natalia Lacunza, Raúl Clyde, L´haine, Hecky, Bon Calso, Choclock, Shoda Monkas o Recycled J; concentrando estas cuatro últimas participaciones en apenas dos meses.

El madrileño ha dinamitado la escena urbana nacional y la ha puesto patas arriba desde su incursión. Pese a no sacar un tema propio desde el pasado 26 de julio, cada una de las colaboraciones supone uno de los tracks con más números o directamente el más escuchado de dicho proyecto, igualando featurings como Caprese de Choclock y Cruz Cafuné, EL PR€CIO de Bon Calso y Diego900 o FABERGÉ de Recycled J con Hoke y Ébano.
¿Cuál es el motivo de esta acometida tan abrumadora? A primera vista, conocemos que mvrk no está firmado con ninguna discográfica, distribuyendo su música de manera independiente con Diskover Co., por lo que no cuenta con el apoyo subyacente de la industria.

Así que todo se basa en su manera de marcar en un tema ajeno su esencia propia, que parte de un crecimiento natural y de una facilidad aplastante para la creación de letras y deliveries pegadizos adaptados al público actual.
Esto resulta en la espectacular versatilidad de Marcos para brillar con su característico tratado vocal en cualquier ritmo, ambiente y concepto.

Es innegable admitir que el madrileño de 21 años ha sabido moverse, manteniendo el foco en su proyecto y entrando en la rueda del mainstream sin apenas despeinarse con la confianza en sí mismo como bandera.
Mvrk muestra un ascenso gradual pero meteórico, proyectando un halo de esperanza sobre un joven que promete ser una de las caras de la música urbana española en los próximos años.
A día de hoy, aún no conocemos cuál será su próximo movimiento, pero quedamos expectantes ante un 2025 plagado de su música, recolectando frutos de un estilo único que vale oro.
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