El artista argentino tan solo tiene 18 años y ya es un talento generacional que ha conquistado el alma de todos sus oyentes.
En el mundo de la música hay muchas modas pasajeras. Muchos One Hit Wonder que nunca llegaron a estar a la altura de las expectativas que había puestas en esas personas. Es por ello que no es “tan raro” ver a jóvenes pegando temas con millones de visitas, ya que lo realmente difícil es mantener ese nivel a lo largo de los años. Algo difícil, pero no imposible. Y Milo J nos lo está demostrando.
Quince años recién cumplidos tenía cuando lanzaba Tus vueltas, la primera canción que encontramos en su canal de YouTube. Aunque parezca imposible por la profundidad que ya tenían sus letras, ahora tenemos a un Camilo mucho más maduro, curtido y con gran experiencia.
A pesar de su edad, antes de lanzar este álbum ya tenía a sus espaldas dos discos –además de un deluxe–, dos EP´s y alrededor de 30 singles entre temas propios y colaboraciones. Todo ello bajo un indudable sello de calidad, y decidió ir más allá con este proyecto.
“El folklore es la comunicación musical más asemejada al alma del argentino que conozco”, comentaba el joven de 18 años hace unos meses en “Esto es ¡FA!”. Y es que Milo ha dado a conocer una faceta suya que prácticamente desconocíamos, haciendo un tributo a la música tradicional argentina pero con un giro de tuerca.

La Vida Era Más Corta es el título pesimista –o realista, según como lo veas– que ha recibido este trabajo. Con un mensaje que abarca diferentes aspectos que nos conciernen como la muerte, el amor, la traición o la desesperanza, se sale del marco común a la hora de tratarlos y consigue hacernos conectar con todos ellos. Nos trae un estilo musical que, si bien no era impensable, como mínimo resultaba inesperado al menos hace un año atrás. Encontramos en los 15 tracks un desarrollo parsimonioso debido a la construcción de las canciones, en las que ha querido implicarse en cada detalle para conseguir transmitir todo lo que trata de expresar, sin importar si eso alargaba la duración de las piezas.
Con una buena compañía todo sale mejor
Las colaboraciones son uno de los puntos principales del proyecto. Trueno, Soledad (La Sole), Paula Prieto, AKRIILA, Radamel, Cuti y Roberto Carabajal, Silvio Rodríguez y Mercedes Sosa son los invitados que ha tenido el trabajo del argentino. Las más sorprendentes, sin duda, las dos últimas. Silvio le ha dado la mano a un artista de un mundo desconocido para él, proveniente de ritmos como el trap y similares. Algo muy especial debe haber visto en el joven de Morón como para hacer una colaboración en su proyecto, sin duda un reflejo de que estamos frente a un talento único.
De Mercedes Sosa qué puedo decir, es una sorpresa tan grata como inesperada. Cuando la referente argentina falleció en 2009, Milo J no tenía ni tres años de vida. Posteriormente, sus familiares han ido publicando grabaciones suyas en diversos lanzamientos, y ahora han visto conveniente usar una de ellas en esta obra. La canción crea un diálogo muy emocionante entre dos generaciones distintas, gracias a que en la producción han tratado la voz con mucho respeto para mantener ese valor simbólico y emotivo.

Trueno es otro de los nombres que más expectación había creado para un público distinto y la colaboración no ha decepcionado. Es verdad que el rapero de La Boca no sale de su zona de confort, pero el ritmo animado junto al mensaje de superación casan a la perfección. AKRIILA también ha logrado emocionarnos con uno de los mejores temas del proyecto, en el que el estribillo es interpretado por ambos artistas al unísono en casi todas sus repeticiones. Una balada con detalles “urbanos” en una producción que les ha salido redonda.
Un elemento clave para entender todos estos sonidos es el trabajo instrumental detrás, y es que Milo ha estado acompañado por Tatool y Santiago Alvarado en todas las canciones. El único tema con otra persona a los mandos es la colaboración junto a Silvio Rodríguez, en la que también se encarga de la ingeniería de sonido Olimpia Calderón, quien ya había trabajado anteriormente con el cubano. De nuevo, Milo J vuelve a ser productor de sus propias creaciones como viene siendo costumbre desde el single de Vitalicio, estrenado en febrero del 2024.
Un punto de inflexión en su carrera y en la música argentina
Este álbum se divide en dos discos distintos, siendo el segundo más breve e incluyendo las colaboraciones con referentes de otras épocas. Y con todo ello es, por el momento, la obra magna de su creador. Ha puesto la vara muy alta con este trabajo y deja bastantes dudas sobre qué rumbo tomará su carrera. Es muy difícil que consiga hacer –al menos en un futuro próximo– algo que tenga la misma carga emocional y significativa que tiene La Vida Era Más Corta. Ha dibujado un cuadro perfecto en el que ha dejado trazos memorables que se recordarán durante mucho tiempo y que seguramente marquen un antes y un después en la escena musical de su país. Tan solo tiene 18 años, por lo que se ve que le espera una próspera y extensa carrera por delante, sobre todo por la mentalidad que tiene y la madurez que muestra en todos sus lanzamientos o entrevistas.
Gracias a Milo J y a todas las personas que han participado en el trabajo por hacernos sentir algo así. Nos han demostrado que la vida es breve y que puede tener momentos malos, pero irónicamente La Vida Era Más Corta es un refugio que ayuda a consolar ese dolor que alguna vez todos sentimos, sea por el motivo que sea.