«Love Hurtz», el EP de iloveyoubrazzy que cierra el verano

El 21 de septiembre iloveyoubrazzy publicó su nuevo EP Love Hurtz con un sonido entre el trap y la balada, que acompaña perfectamente al cierre del verano y la vuelta a la rutina. ¿Sabes ese cambio de mood y tiempo extraño que se da en otoño? que no hace calor ni hay ganas de fiesta constante, sino que ahora toca ponerse sudadera y dan ganas de quedarse viendo una peli. Pues este EP, a nivel sonoro, es la definición perfecta de este entre tiempo.

Brazzy es un artista emergente con una voz muy identitaria, suave y calmada, pero que no solo interpreta, ya que este último trabajo está producido entero por él mismo. Este formato semilargo se compone de 6 canciones, teniendo una duración total de 14 minutos. El tema principal de las letras es el desamor y la nostalgia, estando estos reflejados en las bases.

Narratividad a través de las bases

Las instrumentales representan un sonido bastante orgánico, teniendo como enlace entre las diferentes canciones un arpegio, que a veces hace una guitarra y en otras ocasiones simplemente está producido. Este arpegio da continuidad y un sentido narrativo al EP, pero a la vez genera una sensación de bucle, como si todo fuese la misma canción, pero con ciertos cambios. Esto puede hacer que suene un poco repetitivo, pero a la vez lo hace ser muy digerible, ya que al sonido le acompañan letras sencillas y sinceras, vamos que no tienes que estar buscando las referencias en tiktok.

Pese a que en las letras no encontramos muchas referencias en las instrumentales no pasa lo mismo. En loco se escucha desde el inicio de la canción el sample del tema We Can’t Stop, de Miley Cyrus, y los coros que dan inicio a la canción original se quedan acompañando sutilmente. Otro sample muy bien integrado en la base es en la canción brillo, en la que se escucha la cuenta atrás del tema principal de la serie icarly para dar paso a la letra. Estos samples acompañan a la nostalgia presente en algunas canciones, aludiendo directamente a la década de 2010 en la que posiblemente el artista estuviese en sus 16.

Una sonoridad marcada

El sonido general de las seis canciones es bastante tranquilo, si bien los ritmos se acercan bastante al trap/drill todo el conjunto se aleja de esos cánones. Será por la voz melódica y susurrada o por el escaso cambio de ritmos y tiempos en las canciones, pero el resultado es una sonoridad relajada, plana y sencilla. Vamos, que este EP es perfecto para escucharlo mientras vas de camino a algún sitio en un día normal. Además, las bases se construyen con pocos elementos, lo que ayuda a que no sea pesado de escuchar, no aturde, refuerza la sensación de calma.

Entre tantos reguetones que acompañaban al verano se agradece un proyecto sencillo que acompañe la vuelta a la rutina. Con los cambios de estaciones parece que hay artistas que resurgen y vuelven a sonar en todos lados, como que el otoño nos pone nostálgicos y volvemos a artistas como Diego900, Claudio Montana o en este caso, el nuevo EP de Brazzy.

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