Juli Giuliani es constancia, raíz y versatilidad

Repasamos la trayectoria de un artista que ha sabido reinventarse sin perder la esencia

Sabemos que en esta sección los tenemos acostumbrados a artistas emergentes en el sentido de “recién aventurados” o que apenas empiezan en el mundo de la música. Sin embargo, en esta ocasión les traemos otro tipo de caso.

Aunque con una trayectoria consolidada, uno que ya lleva tiempo en el movimiento es Julián Zurita, o como es conocido mayormente: Juli Giuliani, quien representa, en esta circunstancia, a ese tipo de intérpretes que siguen siendo un descubrimiento para muchos jóvenes que cada vez miran más hacia el panorama urbano español. Además, en Rayos de Sol también caben todo tipo de músicos que renuevan su brillo, que irradian frescura, y que merecen ser destacados por su capacidad de conectar, evolucionar e inspirar.

Y es que pocos encarnan tan bien esa mezcla de raíz, constancia y versatilidad como él.

Una trayectoria a pasos de gigante

Juli Giuliani, nacido en Holanda en 1990 y criado en Bélgica, comenzó su vínculo con el hip-hop a los 11 años, influenciado por su hermano Nahuel. A los 14 ya grababa por primera vez con el grupo Ipsofacto y en 2009, tras firmar con el sello belga M.J. Key RecordZ, publicó su primer álbum: La Magia de las Frases, que lo llevó de gira por Bélgica y Francia.

Ese mismo año se mudó a Barcelona, ciudad clave para su desarrollo artístico y personal.

¿Qué influencias musicales han marcado tu sonido y tu forma de escribir?

Su influencia de todos modos no solo reside en el rap, sino en la música en su totalidad de géneros.

J: “‘Almendra’, que es el primer disco de Spinetta o de los primeros primeros fue uno de los primeros discos de música que escuché; yo tenía nueve años y me lo ponía mucho. Pero antes de llegar al hip-hop, no escuchaba gran cosa… A mi padre le gustaban Louis Armstrong y Aretha Franklin y mi hermano le gustaba Bob Marley, así que eso era lo que sonaba en casa cuando era pequeño. Y ya luego, con el tiempo, me fui metiendo más en el hip-hop, que estaba muy asociado en la cultura de Bélgica”.

Uno de sus primeros videos, perteneciente a Thats my Soul (2011)

Desde entonces, su trayectoria ha estado marcada por una evolución constante y una intensa actividad creativa. En 2011 presentó That’s My Soul, con colaboraciones de Dr. Loncho o iLL Bambinos. Un año más tarde lanzó la serie semanal Single Series y, en 2013, el EP State of Mind. A lo largo de la década siguiente consolidó su nombre en la escena con obras como Miles Limbo (2015), Giuliani (2017), The Mayor junto a Jay Calabria en 2019, temporada característica por el aclamado #AñoGiuliani por la gran actividad musical que tuvo, Summer Never Ends y Deluxe (2021) y Ginga (2023).

En tu disco Ginga se nota una fusión de estilos muy cuidada. ¿Qué te atrae de cruzar el jazz, el funk o beats más de electrónica/house con el rap?

J: Me encanta el rap, claro, pero disfruto combinándolo todo. Ya no estoy en esa etapa de coger un beat, escribir unas barras y listo. Las barras son solo una parte del tema. Ahora pienso también en hacer arreglos, pausas, puentes, estribillos… en construir canciones, no solo rapear.

Siento que mi música es distinta a la del rap más convencional. Lo típico de coger un beat y rapear está bien, funciona, y no tengo nada en contra. Pero yo tengo otro propósito: intentar hacer música en un sentido más amplio. Por eso, creo que discos como Ginga sirven para que incluso personas que no escuchan rap se puedan adentrar en él.

La actualidad de Juli Giuliano

Su crecimiento ha sido de manera exponencial y en SoundCoast consideramos que a día de hoy está hasta en la sopa, por decirlo de una manera. Hasta ahora, a lo largo de tu carrera ha lanzado más de 15 trabajos musicales, que incluyen hasta 8 LPs, varios EPs y una mixtape.

Juli Giuliani continúa destacándose en el movimiento musical con su más reciente disco, Strictly Ice Cream (2024), una colaboración con Griffi, donde combinan géneros como el funk, boombap y jersey club, y muestran una amplia versatilidad y adaptabilidad ante cualquier circunstancia.

¿Qué anécdotas recuerdas de la grabación de tu último disco con Griffi: Strictly Ice Cream?

J: Lo hicimos todo juntos en el estudio. Todo. Todos los temas los escribí allí mismo, y también trabajamos juntos los beats. Fue un proceso muy directo, muy simple. Por eso las letras también tienen esa onda más bailonga. Yo estaba en un momento con mucha energía, y eso se refleja en la música que quería hacer.

Los temas son un feeling, una vibra; buscaba algo más ligero que no sea escribir frases super densas llenas de contenido. Estoy muy contento con el resultado porque creo que es un disco muy original, muy mío. Y a nivel de producción, Griffi me parece uno de los productores con más talento de España. Es súper original y tiene un sonido muy propio. Hay algún tema que puede sonar un poco más comercial, pero siempre con ese toque medio marciano que le da Griffi.

Reunido en el estudio junto a Griffi

Del álbum destacan las canciones como Todo lo que necesitas, Los Mandanguitos y Agárrate a mi Funk, además de colaboraciones con artistas de la talla de Mabreezee, Solo K.Os y Hoss Benítez. Este material discográfico ha sido presentado en diversas salas de España, con actuaciones en Barcelona y Madrid, y ha recibido una edición deluxe con tres composiciones adicionales.

Últimamente has estado explorando aún más tu faceta productora. Nosotros somos esencialmente de Málaga y nos ha deslumbrado el trabajo de Faenna con su EP: Dreamless. ¿Qué nos puedes contar de tu faceta como productor? 

J: Empecé a hacer beats en 2019 y desde entonces no he parado. Estoy muy enfocado en la producción, aunque todavía no he publicado mucha música con mis propias bases, simplemente porque no se ha dado la ocasión. En Summer Never Ends fue cuando más fuerte empecé a producir y ahí hay algunos, pero en mis dos o tres últimos trabajos he trabajado con otros productores, así que no hay producciones mías.

Ahora, en cambio, todo lo que viene sí va a llevar beats míos. De hecho, algunos de los singles que he estado tocando estas semanas ya lo son. A partir de ahora, gran parte de la música que voy a sacar va a estar producida por mí. Y también he empezado a mandar beats a gente que me gusta, como otra forma de colaborar más allá de rapear. De hecho, con Faenna surgió así, un poco al azar: le envié unos beats, le gustó uno y… ¡pum!, salió el tema. ¿Y qué caracteriza mi estilo? Pues yo soy un digger; mi estilo está muy basado en el sampling, con mucho jazz, funk, soul, música brasileña…

Juli ha lanzado en las últimas semanas dos sencillos que han dejado mucho que pensar. La duda surge con que es lo qué se viene ahora en el universo de Juli Giuliani

¿En qué te encuentras trabajando ahora?

J: Estoy terminando un disco que empecé hace dos años en Argentina. Ya está acabado. Ahora estoy trabajando en darle formato, y saldrá este año.

Mientras tanto, estoy sacando mucha música que tengo acumulada de todos estos años. Música con beats míos, con otros productores… Voy a estar publicando bastante material hasta que salga el disco, que creo que llegará más tirando hacia el final del año.

El rapero demuestra hasta la fecha su capacidad para innovar y conectar con su audiencia sin perder identidad, lo que lo posiciona como un estandarte del hip-hop contemporáneo. No es nuevo para todos de ninguna manera, pero para quienes lo acaban de descubrir, la sección de Rayos de Sol en SoundCoast es el espacio perfecto para que puedan disfrutar de su brillo.

Y con mucho gusto tocará esperar a final de año para disfrutar de su siguiente entrega.

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