Sold out en sala Core, su segunda fecha en seis meses
Corriendo y desde arriba de la barra, el de Alcorcón sienta las bases para el resto del show. Estamos a punto de presenciar la mezcla perfecta entre un crudo confesionario y una fiesta entre colegas.
El 12 de abril, Bon Calso completó aforo —una vez más— en la sala CORE de Málaga con su $¥€7€ TOUR, traído de la mano de Fiebre Club como es costumbre.

La noche comienza con DetoXxx y abriendo una botella de Hennessy. De un salto a la barra, sin prisa ni pasos en falso, la primera impresión de Bon Calso llega desde arriba con un aura que solo podría tener un rockstar.
Le sigue Florencia que, lejos de ser la más enérgica de su repertorio, levantó al público para, inmediatamente después, bajar dos marchas al ritmo con Outta my head. Confiesa —en el backstage— que está un poco cansado, este es de los últimos conciertos de la primera etapa de la gira. Sin embargo, en la energía del directo no se perciben esas doce salas a las espaldas que lleva este año.

Baccarat Rouge 540, enlazada con Que Te Vaya Bonito, le dan a la audiencia el tiempo justo para recuperar el aliento. “Es una sala pequeña pero se nota el calor que flipas. Lo bueno de las salas pequeñas es que se revientan antes”, y razón no le falta. El público no se relaja y va cogiendo confianza. ¿Su tarea? Mantener la energía tan arriba como al comenzar.
Jorge retoma el show con Panamá, pero interviene justo antes de que rompiera la canción: “Esto no es un jodido entierro, ¿vale? “. La emoción subía y el cantante acompañó volviendo arriba de la barra.

Entre bangers rompecuellos, mete Powpowpow y nos ponemos sentimentales. Luces cálidas y humo para que los gritos se conviertan en susurros. Marcando el ritmo con manos y cabeza, el público se goza Ojalá casi tanto o incluso más que los temas de fronteo. Parece que el que manda no quiere ponernos de bajón, lo ha dejado claro. Nos dosifica las más emotivas y nos las compensa con palazos, este caso fue su sesión Fugitivo, Vol24.
Dueño y señor (cómplice encubierto)
Es el turno de una de las más esperadas de su nuevo proyecto, Número 7, su colaboración con la Juicy BAE: ANTES DE QUE TU ME QUIERAS. El de Alcorcón pide apoyo a falta de la sevillana y lo convierte en un dueto entre su público y él. Aprovecha las partes de la Juicy para darle tragos al Hennessy directamente de la botella. De los temas más aclamados de la noche, se cantó entera y aun así, al terminar y orquestados por Bon Calso, el público cantó el estribillo a capella.

Suelta la botella y agarra con una mano el micro mientras con la otra se apoya en el mástil descansando, no se si física o emocionalmente. Vuelta al Jorge romántico, como anticipamos antes, una de cal y una de arena. La canción, o quizá el ambiente, creó el momento perfecto para el beso de una pareja en segunda fila con las últimas notas de la canción sonando.
Se vuelve a subir a la barra. A estas alturas ya es suya, al público se lo ganó hace ya rato. De hecho es el primero en cantar subido en ella desde que el cartel de “CORE” adorna la puerta de la inolvidable Velvet.

Organiza un pogo. “Diría que nos relajamos pero…”. Se agacha en la barra hasta que dejamos de diferenciarlo de la masa, que no para de saltar. La gente está tan encendida que nuestro protagonista no puede evitar girarse hacia atrás buscando la mirada de su equipo, para asegurarse de que ellos también lo están sintiendo.
El Hennessy sigue en la escena pero esta vez lo comparte con algunos de los fans. Para la colab con Diego900, al grito de “AGUAAA!!!“ hizo un parón para repartir botellines, gesto curioso que no es costumbre ver en la mayoría de artistas, como verlo buscando al dueño de un pendiente perdido que le habían hecho llegar. Ya puestos y con el concierto en pausa ¿por qué no iba a preguntar? Dueña encontrada.

Volviendo al directo, lo lleva tan suave que la mayoría no nos hemos dado cuenta de que el último a capela nos lo ha colado para cubrir un problema de sonido. Ese es el nivel.
Adiós.. ¿ya?
Acaba Héroe y se despide de manera poco creíble, muy escueto para lo cercano que ha sido durante toda la cita… Al segundo grito de “¡OTRA!”, suena la intro de cuerpos. No se hizo mucho de rogar. Suelto y cómodo, es una canción con la que se siente seguro, tanto es así que se le escapa un gallo que hace a su DJ esconderse debajo de su mesa. Dos carcajadas y a seguir como si nada. Termina el tema y se hace un BeReal con la primera fila, bastante acorde a la autenticidad que muestra durante el show.

Finalmente se despide, esta vez si parece la definitiva. Entra en el camerino y hay quienes se organizan y empiezan a salir mientras el DJ empieza a pinchar música de otro artista. Suena Pornstar, y Bon Calso aparece sin preaviso, como no, encima de la barra y con el Hennessy en mano.
Un par de pogos y botellas de agua al aire después, suena seisnueve, la última canción que hizo desde las alturas. Para cerrar, fue tan abajo como pudo, desde dentro del público. Entre saltos y los flashes típicos de estrellas, la sala despide al que perfectamente podría ser un colega. Después de compartir alcohol y risas, creo que podemos tomarnos esa confianza.
Has calado hondo en sala CORE, hasta la próxima Jorge.