¿Te suena la frase de “es que todos suenan igual” o “todos los modernillos llevan baggys”? Parece que la diferenciación individual es cada vez más difícil en cualquier ámbito artístico, hasta que te paras a pensar en la presencia de la estética.
Lo visual representa lo sonoro
En un momento en que lo visual ha ganado tanto peso frente a la música por las redes sociales, que están hechas para ver videos o fotos, la estética tiene mucho más peso del que parece. Esta no es solo la ropa que lleva un cantante o cómo se ven los videoclips que hace para las canciones, la estética está detrás de todo el conjunto de cosas que representan la identidad creativa de un artista.
En lo visual absolutamente todo es parte de crear esa identidad, incluso lo que no se ve directamente. Si haces un video hablando sobre tu nueva canción, o si en vez de eso pones la letra de la canción subtitulada encima de un videojuego, es parte de tu estética; si ese video lo subes cada día o si no haces nada de esto y solo subes la canción, también forma parte de lo que representas.

Cualquier aspecto que te represente, y que aporte algo a la concepción que la gente tiene de ti, es con lo que creas tu identidad. Muchos cantantes se quejan de tener que hacer tiktoks para promocionar su música y esto acaba en un debate. Lo primero, porque siempre va a salir alguien respondiendo a esos videos con un “pues no lo hagas si no quieres”, y tu como músico emergente sabes que es la forma más fácil de darte a conocer. Pero, ¿no debería ser esto una ventaja? Quien tiene creatividad para hacer una canción suele tener intereses más allá, su propia creatividad le lleva a expresarse de otras formas, ya sea haciendo videos, pintando o poniendo interés en su ropa, por lo general alguien creativo no se limita a un tipo de arte, sobre todo con la música.
La estética musical es identidad
Al final la música es algo bastante abstracto, y qué mejor manera de darle forma que a través de una representación visual. No te hablo solo de videoclips –aunque suelen representar bastante bien el sonido de la canción–, te hablo también de que un cantante decida que no se le vea la cara nunca o que siempre lleve gafas de sol, que solo de conciertos en su propia gira o que aparezca en el cartel de todos los festivales, hasta las palabras que usan en las canciones son parte de la estética de un artista, ¿o me vas a decir ahora que si escuchas la palabra “chula” en una canción no te recuerda a Diego 900?
Y es que puede que la idea que tenemos sobre la estética se configure sobre cosas visuales, pero también hay estética en lo sonoro. No es lo mismo ser Ralphie Choo y usar como elemento recurrente una flauta travesera a ser Hoke y rapear susurrando, por mucho que a los dos se les englobe en el género urbano hay bastante diferencia entre ambos sonidos. Llegados a este punto de variedad en la escena urbana sería mejor diferenciar a los artistas por estéticas sonoras más que por géneros musicales, lo que ya está pasando.

Ultimamente he escuchado más “es que ahora todos suenan a Mvrk” que “es que ahora todo el mundo hace una mezcla de reggaetón con estilo inglés fusionado con electrónica y dejes flamencos”, lo cual me acabo de inventar, porque describir algo así es tan abstracto que por muchos géneros que pongas no te vas a hacer una idea de cómo suena la canción. Si en vez de todo eso te digo un nombre, partiendo de que conoces su música, te puedes imaginar directamente cómo suena, y probablemente cómo se ve, todo gracias a su estética, tanto sonora como visual.
Los géneros musicales suelen ir ligados a una estética visual concreta, lo que deja de lado el individualismo y convierte el gusto musical en una experiencia colectiva en la que encuentras gente que comparten más que canciones. Así es como nacen comunidades o colectivos, se juntan personas con una visión parecida sobre lo estético y la forma de crear música, ropa, dibujos, tatuajes, artículos y todo lo que puedas imaginar. Es por eso que si vas al concierto de un artista puedes reconocer el tipo de música que hace viendo al público, porque en ocasiones los artistas se convierten en referentes de mucho más que solo en lo musical.
Los conciertos como la unión de lo visual y lo sonoro
Muchas veces se habla de lo poco cuidadas que son las puestas en escena de los cantantes de rap o reggaetón, sin tener en cuenta que eso es parte de la estética, y que la intención de esos géneros es darle protagonismo a la letra o hacer que la gente baile, mientras que otros géneros conllevan otro tipo de conciertos más ligados a dar un espectáculo. Por ejemplo, no es lo mismo un concierto de L’haine, que está él solo en el escenario cantando con los visuales de fondo y un outfit cotidiano, a los conciertos de Abhir en la gira de BROWN BOY, en los que tenía un traje específico para el concierto y había un interludio con una bailarina, ya que buscaba representar la estética conceptual del disco.

Y no es que uno sea mejor que el otro, ni que un disco conceptual con un hilo conductor super pensado sea mejor que uno que no lo tiene, o que un video con un montón de efectos visuales y transiciones sea mejor que uno en el que se habla a cámara sin cortes. Cada uno tiene detrás una estética diferente y única, porque todas buscan expresar algo, pero cada una tiene su detalle inimitable que lo hace personal. La realidad es que no necesitas ser creador de algo artístico para tener una estética, porque esta puede estar hasta en si le echas tomate o pesto a la pasta, ¿o crees que esto es banalizar la estética? ¿Sabes cómo es la tuya?