Puede que de un artista que se llame Bby Demon te esperes un drill o un urbano muy latino, pero este chico no tiene nada que ver con eso, es su propio estilo. Con la sensibilidad de un poeta del siglo XV, en 2023 publicó su segundo formato largo, Yelmo, y ahora celebramos su segundo aniversario.
Representado por un casco de caballero con forma de león y un fondo verde como portada, es la primera pincelada con la que nos acerca a su universo de paladines y dios. El concepto es fácil de entender; a través del lenguaje, los sonidos con los que construye las bases o los nombres de las canciones expresa de forma clara que en el imaginario de su cabeza estamos en la Edad Media.
El sonido de los tiempos de antaño
Las chispas de una hoguera dan comienzo al primer tema del disco, Polvo, con el que presenta la narrativa sonora del disco, instrumentales duras con letras construidas a través de la mezcla de vocabulario de la época con sentidos y situaciones actuales. Procesión es en colaboración con Uve Key y parece que ambos artistas comienzan cantando desde el interior de un casco de metal, pregonando la bendición de aquel que soporte las adversidades. La cadencia del fragmento nos lleva a un pseudo canto gregoriano que acaba de soporte en la base, creando contraste con la voz principal, respaldando el mismo efecto que consigue cuando conecta la letra con la sonoridad.
La sonoridad es oscura pero esperanzadora, crea la percusión mezclando bajos muy intensos con sonidos muy brillantes, imitando metales, con lo que llama la atención directa del oído. Este entretenido contraste lo escuchamos en El Rey Sin Rostro, donde un martillo de hierro se usa como sostén cada vez que la letra dice “antaño”, demostrando otra manera divertida de relacionar letra e instrumental. Pero como no todo es tenebrismo llega Peregrino, para aportar luz a este camino con un ritmo más vibrante y una sonoridad que da respiro a la tensión, aliviando la sombría narrativa.
El final de esta canción enlaza con Yelmo, que funciona de transición entre la pausa anterior y la vuelta a la crudeza. Igual alguna vez has escuchado que hablar en otro idioma de las cosas personales, hace más sencillo contarlas, pues en esta canción la armadura se cae a través del universo de dios, el infierno, los caballeros y la prosa sacada del siglo de las luces.
Y como en aquellos tiempos, el amor sigue siendo un tópico en el arte. En el estribillo de Maratón se acerca a este tema desde la autocrítica, aceptando el destino de sus actos. Gracias a Dios vuelve a usar el recurso del pico, pero esta vez lo que suena es un sample que se parece al efecto sonoro que aparece en el videojuego de Minecraft al realizarse esta acción. Simplemente la mezcla perfecta entre vanguardia y tradición, ya que mientras tanto el peso armónico de la base recae en una guitarra con una sonoridad barroca que te mete de lleno en esa escena del medievo que busca representar. Dejando de lado una instrumental contundente llega 963, una canción que dice mucho con muy poco, una declaración de amor tan sencilla, pero a la vez tan emocional, que la coronación con un pasaje de piano es el toque final perfecto.
El otro lado de la moneda está la inseguridad, es la parte mala de vivir, son las Malas Caídas. De la mano de 9ghst y Balance vuelven a aumentar la masa sonora del disco, acercándonos a emociones duras sobre la conciliación entre la armadura y quien la lleva. Aunque volviendo a hablar de esa persona, El Valle De Los Ojos Abiertos tiene ese espiritismo sonoro que abre el debate de si le habla a una persona o a Dios; supongo que la respuesta está en lo que cada uno necesite escuchar. Paria tiene el mismo significado abierto, pero esta vez la duda se expande hacia los infiernos, ¿y si el dios al que sigue es un pequeño demonio?
Da igual a quien se refiera, LA COPLA DEL ENCERRADO! junto a SANMARCOS333! muestra que al final no todo es tan serio, que un sonido más tranquilo y no tan oscuro puede ser el escenario idóneo para volver a casa con la conciencia tranquila y con quien quieres al lado.
Siendo justos el final perfecto de este proyecto tiene su toque épico de final de película de caballeros. Gorriones, escrito en el tracklist en código Morse, cierra un sonido único de una forma en la que te dan ganas de volver a empezar; por si no habías entendido nada, en unas pocas frases se acerca a lo importante, el tiempo, la libertad, el amor o las amistades más directamente que en el resto de metáforas y frases enrevesadas.
Cuando la voz manda
Una vez ha conseguido acercarte al sentimiento de guerrero medieval a través de la base, te hace levitar con el tratamiento de las voces. El autotune no puede faltar, tiene algún que otro efecto robótico, como si te cantase desde el interior de su armadura. Es cierto que los deliverys son clave, pero la magia de la parte hablada reside completamente en sus letras, dignas de comparación con aquellos versos de Bécquer que no entendíamos en el instituto. “Después de quitarme la cara queda la armadura”; cómo recibas esto y cómo resuene contigo ya es trabajo individual, pero aquel que tenga el más mínimo movimiento interno conectará con las palabras del artista. La profundidad de cualquier verso de este disco deja atrás el más mínimo rastro de lo ordinario, a través de Dios, la espiritualidad, la figura del caballero y la fidelidad a su equipo transmite pureza en cada una de sus frases.
“Gracias a Dios por darnos la voz de la nueva vanguardia”; una afirmación que quiero ver envejecer. Este disco representa todo el potencial que tiene el joven Demon, que influenciado por la poesía y el arte, tiene la manía de ser misterioso y que le está jugando una mala pasada. Puede que no sea el artista que más promocione sus canciones a través de redes sociales, pero con lo poco que publica ha conseguido ganarse la admiración y apoyo de muchos, dándole el altavoz mediático que necesita. Si me preguntasen el nombre de alguien que estará en el futuro del urbano en España pondría la mano en el fuego por este artista, solo queda esperar a que el tiempo lo ponga en su lugar.
