Última parada: La Trinchera
Cómo avisamos en el artículo sobre su último disco “Por cesárea” (si no lo has leído pincha aquí), hemos acudido al concierto que celebraba Dillom en Málaga, con el que cierra un intenso tour tras atravesar otras 5 localidades españolas en poco más de una semana. Tras una larga espera podemos asegurar que merece completamente la pena.
El espectáculo comenzó con los miembros de la banda bajando al escenario desde la planta superior de la sala, cómo suele ser de costumbre, a la vez que comenzó a sonar de fondo (Irreversible), calentando el ambiente para la aparición del cantante.
Tras una pausa en la instrumental, el público empezó a vitorear con la mirada puesta en la escalera, esperando que Dillom bajase por el mismo lado que sus compañeros. A muchos, entre los que me incluyo, nos pilló de imprevisto dar media vuelta y encontrar al protagonista ya en el escenario, cantando Buenos tiempos y poniendo a saltar desde el primer momento a toda la sala.
Mantuvo esa misma energía con SIDE, MICK JAGGER y PISO 13, canciones que Dillom acompañaba con un lenguaje corporal pesado y agresivo, teniendo una presencia escénica inmensa que me erizaba la piel, sobre todo al presenciarlo desde una primerísima fila. Prosiguió cantando PELOTUDA, una de sus canción más populares, que cerró con una performance muy apropiada, en la que simulaba morir al retorcerse y tambalearse hasta acabar desplomado en el suelo, ya que este tema pertenece a su disco POST MORTEM. El cantante “resucita” para cantar RILI RILI, del mismo álbum.
Mi peor enemigo fue la siguiente canción, un featuring con Andrés Calamaro que levantó pasiones desde que salió, y aún más en la sala con el público al completo cantándola. El show continúa con LA PRIMERA, uno de mis temas favoritos, y con POST MORTEM, donde todos gritamos a pleno pulmón la letra.
La carie fue para mi una pausa en el ritmo que estaba llevando el concierto, ya estaba todo sudado y me faltaba el aire, pero el descanso duró poco cuando empezó 1312, una canción rebelde y al estilo punk, que fue sucedida en la misma línea por OLA DE SUICIDIOS y Coyote, con las que Dillom agarró la guitarra y nos dio su faceta más rockera.
Las siguientes cinco canciones ya dieron a entender que el final estaba cerca. ROCKETPOWERS y Cirugía dolieron como un disparo en el pecho, que remató 220 y AMIGOS NUEVOS, que casi me echan a llorar. También Reiki y yoga transmitía una vibra muy especial, que resonaba con la voz de todos.
Con REALITY volvió a poner al público patas arriba en el momento en el que decidió bajar con nosotros, donde todos nos abalanzamos sobre él en un momento de lo más salvaje al más puro estilo rockstar. El show parecía haber terminado ahí, pero la sensación de que faltaba algo se confirmó cuando Dillom volvió a salir al escenario para cantar OPA, una de sus canciones más conocidas y divertidas, con la que finalizó definitivamente.
Salimos de la sala, y una parte de los presentes nos quedamos fuera esperando a que él y la banda saliesen para hacernos una foto. Y así fue, pude saludar a Dillom personalmente, sacarme una foto con él y darle una pegatina de SoundCoast (que esperemos que no haya perdido). También pudimos hablar un poco con Haye y con Gringo, baterista y guitarrista de la banda respectivamente, que fueron super agradables también. Ahora les esperan dos funciones en el Luna Park de Buenos Aires los próximos 19 y 20 de junio, para las que ya están agotadas todas las entradas.
Y hasta aquí mi experiencia. Si tenéis la oportunidad de verlos en directo no la desaprovechéis, porque no tiene pérdida y es un espectáculo de 10. Os dejo el enlace a una galería con otros vídeos y fotos que tomé en el concierto, por si queréis echarles un ojo.
Especiales agradecimientos a mis amigos Nuria, Antonio, Samuel y David, con los que fui e hice cola durante 8 horas para poder disfrutar de este conciertazo y traéroslo aquí <3. Gracias a vosotros también por llegar hasta el final, espero que os haya gustado y nos vemos en la próxima publicación.
