Álvaro Díaz aterriza en Málaga para decir “SAYONARA”

El tour del puertorriqueño por España hace parada en la Costa del Sol

Las luces se apagaron y el mensaje de la pantalla que adorna la tarima de la París 15 de Málaga dio paso al inicio de una experiencia marcada por lo emocional: “Pero están los que viven atados a esa droga. Los que no saben decir adiós. Los que creen que lo imposible es posible. Y ese es el caso de esta historia. De un amor que comenzó en Felicilandia y terminó en un mundo llamado Sayonara”. Y entonces, sin respiro, Álvaro Díaz invitó al público a ser parte del mundo en torno a su último álbum.

El 17 de abril en la Sala París 15 tuvo lugar un acontecimiento que sobrepasó las expectativas y brindó una vivencia que superó lo meramente musical, que comprendió un recorrido entre luces brillantes, ritmos y recuerdos que se borraron parcialmente.

Álvaro Díaz presentó su universo narrativo en Málaga y transformó el dolor del adiós en un coloquio íntimo y colectivo. Sayonara se había convertido en un proceso a cumplir a lo largo de la velada.

El encargado de iniciar el espectáculo fue Menend, quien cautivó a la sala con su presencia magnética en el escenario. Su repertorio abarcó desde tonos melódicos hasta otros más intensos y estableció una gran conexión con un público que estaba dispuesto a sumergirse en un viaje de emociones durante la cita.

El culmen de su presentación tuvo lugar con la interpretación de «aunque muramos solos», tema en colaboración con Walls de su trabajo WALKMAN, VOL. 1, que fue cantada en armonía por fragmentos de la audiencia que, comprometida, se preparaba para el platillo principal.

Mientras los técnicos se ocupaban de los últimos ajustes, una presencia conocida se erigió en el tablado. Desde el pie del micrófono personalizado con el distinguido cocodrilo caricaturesco que representa a Álvaro, la figura de Coco observaba la pista con atención, como quien supervisa meticulosamente un ritual.

Primera canción de Sayonara, primer golpe en el pecho

Tras la mencionada presentación, que se caracterizó por su carga dramática, se proyectó en la sala un mensaje que decía «NUESTRO MUNDO SE FUE A LA M*ERDA» y, con la canción TE VI EN MIS PESADILLAS, se abrió el portal.

Una vez encendida la energía, Fatal Fantassy y PLN fueron la antesala del éxtasis colectivo. Álvaro dirigía su mirada hacia el público con una expresión que podría interpretarse como una mezcla de reconocimiento y distancia, como si estuviera contemplando a antiguos amigos con los que ha compartido momentos de celebración en el pasado.

El sentimiento de nostalgia se apoderó de los asistentes con la interpretación de 18+1, una composición que hizo alusión y transportó directamente a Felicilandia. Sonó como una carta de invitación hacia un parque temático de ensueño, en referencia a ese lugar feliz al que todos aspiramos volver, pero donde, lamentablemente, ya no somos bienvenidos. 

El evento alcanzó un punto de mayor intensidad con la presentación del bloque más sensual, que incluyó las canciones LENTITO, KAWA y BYAK, que se identifican con una atmósfera íntima, sucia, de sábanas desordenadas, luces tenues y mensajes en la madrugada, como sus propias letras narran.

El momento que rompió el corazón de París 15

El concierto se dividió en dos partes y SIN PODERES fue la encargada. El beatswitch de este tema fue un cuchillo sonoro que cortó el aire. En el lugar donde antes se percibía el anhelo, ahora solo quedaban vestigios. Alvarito interpretaba y Málaga se conmovía. Con sus palabras se sintió el peso de una ruptura.

«Me duele en el cora’ que seamos enemigos… ¿Qué pasó contigo?», es una frase de la segunda parte del tema que entrelaza de la manera más precisa SIN PODERES con XQ ERES ASÍ, que resultó en la amplificación del drama de ese largo adiós. El concepto de Sayonara se volvía la espina dorsal del show.

En ese momento de trance, la melodía de Llori Pari encogió el corazón de todos los niños tristes y acompañó las lágrimas y flashes dedicados a esa persona que siempre ha estado presente en nuestras vidas… o al menos, así creíamos que iba a ser. El trabajo de luces y visuales hizo que cada golpe de batería fuera una expresión de unidad y conexión.

El pico más rockero-indie se vio marcado por RAMONA FLOWERS, donde el público hacía la segunda voz de la interpretación. El contraste fue notable con el desenfreno de GOLDEN GUN, una descarga de barras y pogos que puso la sala patas arriba. 

El bloque emocional se retomó con FUNERAL, Gatillera y Problemón, un trío que funcionó como la radiografía de cualquier relación moderna: pérdida, deseo y caos. 

Entonces Álvaro hizo un regalo inesperado: Gongoli (2012). El tema, que podría considerarse heredero de la poesía callejera de Calle 13, es una joya olvidada del EP Díaz Antes: La Ciudad De Los Niños Tristes. “Esto es lo mejor que he escrito”, reconoció.

MAMI 100PRE SABE, al igual que en el álbum que da nombre a la gira, funciona como una pausa en boca de Nsqk, que casi fue engullida por el acompañamiento de los asistentes que opacaban los altavoces mientras el cantante estaba fuera del escenario.

La recta final fue un desfile de catarsis. En su regreso, Álvaro provocó en el público una catarsis con JPN, EN PR NO HACE FRÍO y el preludio del desenlace, donde se escuchó a S1TA, una inteligencia artificial que conversaba con el cantante y preguntaba si estábamos preparados para eliminar nuestras memorias de esa persona. 

«Para cantar esta canción tienes que pensar en esa persona que ya no está», dijo antes de cantar Babysita </3, uno de los momentos más potentes del set, donde se eliminaron los recuerdos definitivamente y, en un acto de arrepentimiento, se hizo sentir el deseo de «comprar una máquina del tiempo e ir pa’tras y arreglar un montón de huevadas, y ser mejor».

Sin embargo, el incidente no concluyó allí. «Mi gente de Málaga, si se la encuentran por ahí, ¿le van a preguntar esto por mí?». Con QUIÉN TE QUIERE COMO EL NENE, recogió fragmentos de Babysita </3 y los volvió a lanzar al público como si fueran dagas al corazón. El olvido ya era un hecho, pero la duda hacía presencia en el pensamiento colectivo.

SYSTEM ERROR

Las alarmas taladraban los muros de la París 15; S1TA, encargada de borrar los recuerdos, emitió un fallo: “La memoria no pudo ser eliminada”. En las pantallas, mientras tanto, destellaba un mensaje esperanzador para muchos: “Maybe no te tengo que decir adiós”. Entre la niebla y el pulso de una caja sintética, emergía una vez más el cantante, decidido a entregarse por completo con PARANORMAL, una canción que se instala en el cerebro como esa persona, como ese beso que nunca debiste dar, pero tampoco evitar. Donde, por mucho que borremos nuestros recuerdos, seguirá dando vueltas en nuestra cabeza como un circuito de la NASCAR.

Con las actuaciones de Reina Pepiada y YOKO, el desenlace se desarrolló en un ambiente iluminado por los resplandecientes de los móviles y una última expresión de entusiasmo: «¡Málaga, regálenme unos flashes!». El evento estuvo marcado por una emotiva despedida, un entusiasmo compartido y el eco de una promesa: “Sayonara ha vuelto al 100%”.

El público expresó su entusiasmo y la ausencia de canciones como 1000CANCIONES, QUIZÁS SI QUIZÁS NO, SUPRA 94TRO o GATITAS SANDUNGUERAS VOL.1. Sin embargo, el setlist estaba compuesto para ser compartido de una forma distinta y generar una experiencia que refleje lo que el disco busca experimentar.

En Málaga, todos dijimos Sayonara… aunque no estuviésemos listos.

Agradecimientos:

  • Personal de la Sala Paris 15 de Málaga
  • Eduardo @eddiemizake
  • Javier, Mario, Joaquín, Miguel, Nuria, Álvaro y Postigo
  • Iván
  • Mi reina pepiada, Agnesa

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