La contraposición al rap explícito que consiguió crear un himno del hip hop
Siete de noviembre del 95, martes, Los Ángeles, el segundo álbum de un rapero californiano veía la luz y se consagraría como uno de los proyectos más legendarios en la historia del hip hop.
Gangsta’s Paradise, de Coolio, cumple hoy 30 años, y por ese motivo nos adentramos en la particular figura de su autor y de su camino hacia la creación de un himno que perdurará en la historia de la música (incluso sobrepasando el fallecimiento de su creador).

Un ratón de biblioteca en el lugar equivocado
Nacido en el 63 en Pensilvania, pero criado en Compton (Los Ángeles, California), Artis Leon Ivey Jr (Coolio), siempre fue un chico tímido, inteligente y estudioso, que nunca llegó a integrarse del todo en el contexto social que rodeó su infancia y adolescencia. Un Compton corrupto por la delincuencia le llevó de ser un niño destino a la universidad, a ser un chico que acabó sucumbiendo a la vida en los suburbios. Siempre estuvo a medio camino entre pandillero y estudiante, fracasando en ambos mundos y acabando con 17 años pasando varios meses en prisión por robo.
Tras su paso por la cárcel, comenzó a interesarse por el rap a la par que terminaba sus estudios en la Universidad Comunitaria de Compton, donde comenzó a grabar sus primeros sencillos.
Como muchos otros protagonistas de la época, acabó pasando por la droga, sufrió de adicción al crack, lo que ralentizó su despegue. Por suerte, mediante rehabilitación e integración en la sociedad, consiguió trabajos como agente forestal, bombero o guardia de seguridad. A la par que lograba estabilizar su vida, el tiempo pasaba y Coolio, volvía al rap.

La alternativa soft al Gangsta Funk
Antes de conocer la parte importante de la línea temporal en su carrera, hagámonos una idea real de que papel tenía Coolio en la escena de aquellos míticos años 90 en Estados Unidos.
Por un lado, la costa este, ahondaba en el sonido hardcore del boom bap en el que el pastel se lo repartían figuras como Mobb Deep, Jay Z, The Notorius B.I.G o Nas, mientras que, en la costa oeste, era el Gangsta Funk (G-Funk) el género dominante, donde los nombres más representativos fueron Snoop Dog, Dr. Dre, Tupac Shakur o Ice Cube.
Lo que todos tenían en común era su manera explícita, sombría y callejera de representar su mensaje, que principalmente giraba entorno a la crítica social, la vida en los suburbios o la desigualdad de clases.

Aquí es donde entra Coolio en la conversación, y para aquellos que lo conozcan por su sencillo y exitoso tema Gangsta’s Paradise, les podrá parecer extraño, pero, Coolio representó una alternativa relajada tanto en mensaje como en sonido ante la expansión del lenguaje soez y el G-Funk agresivo de la costa oeste.
Su música era alegre, casi cómica, se podría decir que filtraba las desgracias de la vida callejera por un embudo de ironía pop que le hizo funcionar entre públicos jóvenes y a la par, abrió las puertas al G-Funk a las personas que no conectaban con el mensaje del resto de la escena hip hop.
Coolio sí hacía honor a la palabra Funk en el término Gangsta Funk, reviviendo sonidos de los 70 y creando mediante melodías simples, percusión minimalista y groove de sintetizadores.

Sus primeros pasos en el mainstream, Tommy Boy y su debut
Su vuelta al rap coincidía con el inicio de la década de los 90, Coolio lanzaba algún sencillo sin repercusión, pero lograba acercarse a la industria musical de Los Ángeles, encontrando oportunidades como aparecer en el álbum debut de Wc And The Maad Circle.
En última instancia, el camino le llevó a firmar con la discográfica Tommy Boy, fundada en el 81 y con un roaster en el que Artis cuadraba a la perfección, ya que (sobre todo antes de ser comprada en el 85 por Warner), Tommy Boy firmaba artistas que bebían del Funk y del hip hop underground.

Bajo este sello, Coolio encontraría su mejor versión, debutando en el 94 con It takes a thief. Un proyecto que funcionó a la perfección colocando singles como Fantastic Voyage en el top 10 de ese mismo año y consiguiendo ventas de platino.

Hasta el momento, su carrera apuntaba maneras, consolidándose en un nicho comercial y buscando labrar un nombre cada vez más posicionado como variante ante el rap crudo y descriptivo. Lo que nunca se esperó fue lo que ocurrió al año siguiente.
La oscura y legendaria banda sonora del Gansta-Rap, Gangsta’s Paradise
Entra el año 1995 y Coolio comenzaba a plantear su siguiente disco. Desde Tommy Boy insistían en explotar el mensaje y el tono que planteó It takes a thief, pero Coolio tenía otros planes.
Artis conoció a L.V. (Large Variety), un cantante de góspel que en su momento despuntó por su incursión en el hip hop como corista y cantante. Este nuevo amigo propuso a Coolio hacer una versión del tema Pastime Paradise (1976) de Stevie Wonder. A Coolio la idea le conquisto e incluso contactó con el propio Stevie para apoyarlo y supervisarlo en la creación del sencillo.

El resultado fue Gangsta’s Paradise, una canción que aborda de manera crítica la dura situación que la juventud vivía en los guetos, un mensaje crudo que nos transmitía la violencia y desesperación causada por las pandillas en las que cada uno luchaba por vivir un día más. Donde los jóvenes desperdiciaban su vida.
“I´m 23 now, but will I live to see 24?”
En la canción, los artistas explican la situación desde la retórica, Gangsta’s Paradise (el paraíso de los gangsters) es nada más y nada menos que una manera firme pero irónica de decir que las calles son la pesadilla del desarrollo.
Cuando acabaron la canción, la presentaron a la directiva de Tommy Boy para lanzarla como sencillo de adelanto de su próximo álbum. El tema proponía un sonido mucho más oscuro y atmosférico de lo que había llevado a Coolio a la cima, por lo que la discográfica no estuvo de acuerdo, de hecho, Tommy Boy quiso dejarla exclusivamente como parte de la banda sonora de la película Mentes Peligrosas (1995) y aconsejó no publicarla en ningún proyecto del rapero.
La realidad fue una muy distinta, pese a finalmente si formar parte de la película, el sencillo fue publicado en agosto de 1995 y desde el primer momento, arrasó en las listas y catapultó la carrera de Coolio.
Fue número uno en más de 14 países, algunos donde ni siquiera se habla inglés o algunos donde una canción de rap nunca había sido número uno, además logró tal permanencia en las listas que consiguió ganar el premio a sencillo del año e incluso el galardón a interpretación solista de rap en los Grammy.
Como anécdota, el artista LV., además de ser principalmente reconocido como colaborador en este icónico sencillo, su otra hazaña más importante fue sobrevivir a un ataque a corta distancia del que salió con más de 9 heridas de bala.
De alcanzar la cima a vivir un declive televisado
Además del sencillo que da nombre al disco, el álbum Gangsta’s Paradise (1995) vendió casi cinco millones de copias, consiguió entrar en el Top Ten de 1996 y consolidó a Coolio. También le permitió girar por todo el mundo. Consiguió 6 nominaciones a los Grammy, 2 a los premios Billboard y 2 a los premios ASCAP.
El factor determinante fue el sencillo que rompía con su estética, pero el tono del proyecto volvía a colocar a Coolio en su lugar y presentaba un sonido más funky y alegre, siendo ejemplos perfectos de su éxito mediático temas como Too Hot o 1, 2, 3, 4 (Sumpin’ New).
El tono relajado y familiar en unión a su fama lo llevaron hacia una incursión en el cine y la pantalla; creó la canción principal de la serie Kenan y Kel, fue actor en la comedia Phat Beach (1996), interpretó tres papales distintos en la película Tyrone (1999) y hasta tuvo un cameo el filme Batman y Robin (1997).

Coolio publicó su siguiente álbum en 1997, My Soul. El proyecto no tuvo un gran impacto ya que, en ese corto periodo de tiempo, el panorama había cambiado. Con las muertes de Tupac y Biggie, quien se quedó con el público joven fue Puff Daddy, principalmente mediante el lanzamiento de su álbum No Way Out (1997), dejando a Coolio en una segunda línea en la que su carrera musical iba cuesta abajo.
Tras los noventa, lo más relevante en la vida de Coolio fue el legado de Gangsta’s Paradise, y pudimos verle en contextos tan alejados de la música como su propio reality show, Coolio’s Rules (2008), o en su propio programa de cocina, Cookin’ with Coolio (2009), que dejó hasta su propio libro de cocina.

Es irónico, como un artista tan reconocido y respetado, tuvo un periodo tan corto de relevancia, de no más de tres años, ya que el renombre de Gangsta’s Paradise es, a día de hoy, casi más grande que el de su propio autor, paradójicamente dejando atrás su faceta alegre para relacionarlo con ese lado callejero que ciertamente, fue una excepción en su carrera.
El trágico final de Coolio
Tan solo con 59 años, el 28 de septiembre de 2022, el rapero estadounidense fue hallado sin vida en la residencia de uno de sus amigos en Los Ángeles. La causa de la muerte fue una sobredosis de fentanilo, heroína y metanfetamina agravada por una condición cardiaca y un asma severo causado por el tabaquismo a lo largo de su vida.

Su marcha fue descrita como una de las pérdidas más importantes en la historia del hip hop ya que esa canción, ese sencillo, guarda en su haber una sensación de atemporalidad que a muchos nos hacía creer que Coolio sería inmortal.
Y pese a su fallecimiento, la herencia de su carrera siempre nos recordará que, incluso 30 años después y sin testamento manifiesto, todos somos beneficiarios del legado de aquel rapero cercano y familiar que nos dejó la canción más icónica del hip hop.


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